En la actividad organizada por el proyecto SEPA de MIDE UC, se explicaron los efectos en el aprendizaje que tiene la evaluación formativa y el modelo de trabajo para usar los datos proporcionados por las pruebas SEPA, que se pueden aplicar para potenciar el aprendizaje en el aula. Asimismo, se mencionó la importancia de instalar culturas de evaluación inclusivas y orientadas al aprendizaje.
El miércoles 17 de agosto, más de 80 sostenedores, directivos, coordinadores y profesores de distintos establecimientos escolares asistieron al seminario-taller “Uso de la evaluación para la mejora en el aula”. El encuentro que se realizó en el auditorio Erika Himmel de MIDE UC, fue organizado por el área de Gestión y uso de resultados de SEPA y tuvo como objetivo perfeccionar las habilidades de la lectura y uso de los resultados de las pruebas SEPA, con el fin de generar mejoras efectivas en el proceso de enseñanza.
En la presentación, se analizó la importancia de desarrollar evaluaciones formativas, es decir, usar los resultados de los estudiantes para tomar decisiones adecuadas para la mejora de sus aprendizajes, además de lograr una correcta retroalimentación que reduzca la distancia entre el conocimiento actual del grupo y su objetivo esperado. Según los profesionales de SEPA, estas instancias son oportunidades de aprendizaje para los estudiantes, como también para los docentes, quienes generan una interacción entre sus prácticas pedagógicas y los aprendizajes de sus estudiantes.
Por otro lado, se presentó el modelo de trabajo diseñado por SEPA, que se divide en tres grandes etapas: reunirse y observar los resultados, crear una visión conjunta de los datos y generar un plan de acción. También se recalcó la importancia de instalar culturas de evaluación inclusivas y orientadas al aprendizaje, las que, a diferencia de las centradas en la calificación o en el ranking, se trabajan con cada alumno y se enfocan en el progreso individual.
Posteriormente, se realizó un ejercicio con las etapas del modelo, teniendo como ejemplo los resultados de dos cursos de séptimo básico. Sofía Maldonado, profesora y coordinadora de ciclo de la Escuela Básica Irene Frei De Cid, explica que: “Tener la posibilidad de participar en este taller y en la prueba SEPA, personalmente, me ha servido para potenciar los aprendizajes de los chicos en cuanto a las habilidades más descendidas y a las más desarrolladas. Inicialmente, hablamos con los apoderados a partir de los informes individuales y con los alumnos hicimos jornadas de reflexión y actividades que reforzaron los contenidos con los que tenían más problemas. Esto ha permitido cambios importantes y que vayan avanzando a partir del trabajo mismo de sus resultados”.
Natalia Hernández, asistente al evento y docente del Colegio Puelmapu, establecimiento que aplicó SEPA por primera vez este año, asegura que: “El uso de las pruebas SEPA nos dan bastante seguridad porque es un sistema que te informa las habilidades y contenidos de los alumnos por porcentaje, aparte de eso, es estandarizado, por lo tanto es confiable. Además sirve muchísimo para el docente porque es bastante detallada y amigable al momento de ver los niveles de logro de los alumnos”.
Durante el seminario-taller el equipo de SEPA insistió en que los procesos de enseñanza-aprendizaje “no solamente tienen que ser bien planificados, sino bien cambiados, ya que el profesor se convierte en un flexibilizador de los procesos de enseñanza-aprendizaje, en un retroalimentador constante de sus prácticas, ajustándolas a las necesidades y los avances que va identificando en su grupo”.