La directora académica, Bárbara Pino, comenta cómo las tres aplicaciones de las pruebas SEPA UC han contribuido a entender y proyectar los procesos educativos del establecimiento.
Hace más de 10 años, la Fundación OPTE se hizo cargo del Colegio Puelmapu de Peñalolén como parte de un compromiso por entregar herramientas educativas a niños en riesgo social. Durante este tiempo, el esfuerzo de la institución ha estado en reestructurar aspectos administrativos y pedagógicos para mejorar el aprendizaje de los estudiantes.
Entre las medidas adoptadas para lograrlo, el colegio consideró la aplicación de dos pruebas de nivel al año para alumnos de primero a octavo básico, que permitieran evaluar los conocimientos y habilidades por ciclo para las asignaturas de Lenguaje y Matemática. Hace dos años, estas evaluaciones fueron reemplazadas por las pruebas SEPA UC, con el objetivo de no solo medir el Estado del aprendizaje, sino también su Progreso y determinar el Valor Agregado del establecimiento.
Para sociabilizar estas evaluaciones estandarizadas, los apoderados fueron informados sobre el proceso en reuniones y en la cuenta pública del establecimiento, como parte de la estrategia transversal para mejorar el desempeño académico. Una vez que los resultados estuvieron disponibles, se entregó un reporte a los apoderados, ayudándolos a interpretar los datos de sus hijos, de acuerdo con los lineamientos que entrega el equipo SEPA UC.
“En la evaluación anterior, nos reunimos con los profesores y analizamos los resultados de todos los cursos, dato por dato, generando hipótesis de por qué podíamos tener esos resultados; sacamos conclusiones súper buenas. Hicimos una puesta en común de las cosas que más o menos se repetían, buscamos patrones, que fueron considerados en las estrategias que levantamos a fin del año pasado”, señaló Bárbara Pino, directora académica del Colegio Puelmapu.
El reporte de Estado por curso es el más usado en el establecimiento, ya que permite visualizar el panorama general del curso y realizar una lectura por los ejes temáticos más y menos logrados. La directora académica se hace cargo del reporte directivo y, junto a los profesores jefes, analiza el reporte por estudiante, viendo el detalle con los profesores de Lenguaje y Matemática; sin embargo, la idea es que toda la comunidad educativa se responsabilice por los resultados de la evaluación y participe en el análisis de los datos. Siguiendo esta lógica, los profesores analizarán los resultados obtenidos en la Prueba SEPA los primeros días de marzo, los cuales serán considerados en la planificación del año escolar 2018.
“Luego de medir el Progreso del Aprendizaje por primera vez, nos dimos cuenta de que sí dio resultado el trabajo particular que realizamos con ciertos niños, hubo un avance mayor. Reforzó lo que mostraba el Estado de los Aprendizajes y reafirmó que el trabajo con psicopedagoga iba por buen camino”, concluyó Bárbara Pino.
Finalmente, las pruebas SEPA UC -entendidas como un insumo que ayuda en la planificación de estrategias transversales de las instituciones educativas- también permitieron que el Colegio Puelmapu formara nexos con otro establecimiento de SEPA como parte de un trabajo colaborativo por mejorar el uso pedagógico del sistema de evaluación al interior de los establecimientos.