Por Lucas Silva Didier
La toma de decisiones basada en datos tiene el potencial de mejorar los aprendizajes de los estudiantes (Schildkamp, Lai & Earl, 2013). Estos datos pueden ser sobre diferentes temas, como habilidades socioemocionales, experiencia de los estudiantes en la escuela, observación de aula, etc. En el caso del Sistema de Evaluación de Progreso del Aprendizaje (SEPA), los datos corresponden al Estado de los aprendizajes de los estudiantes, el Progreso de estos a lo largo del tiempo y el Valor Agregado de la escuela en cada nivel y asignatura. Los reportes con dicha información están diseñados para promover la reflexión al interior de la escuela y, a partir de esta, realizar las modificaciones necesarias en la enseñanza para promover los aprendizajes de los estudiantes.
En el trabajo con directivos y docentes que realizamos en SEPA a lo largo del país, una constante es la valoración de los reportes disponibles (Estado, Progreso y Valor Agregado), así como de los espacios de trabajo con nuestro equipo de profesionales. No obstante, como ocurre con la internalización de nuevas prácticas en las escuelas, en un inicio el uso pedagógico de datos es visto como un trabajo extra. Así, se cree que el análisis de los datos se debiera hacer en instancias adicionales a las existentes, para lo cual no hay tiempo disponible.
Desde esta perspectiva, el análisis de los datos se hace más difícil de implementar porque es planteado en la escuela como una exigencia adicional. En el contexto del trabajo actual de los docentes y las múltiples demandas de las instituciones escolares, cualquier tarea que sobredemande a los docentes tiene los días contados. Solo será una “ráfaga de motivación” que desaparecerá rápidamente en el trabajo diario de la escuela.
En algunas ocasiones, esa motivación permite realizar un análisis formativo de los datos durante 3 o 4 reuniones de trabajo, sin embargo, hay un alto riesgo de que lo resultante del análisis de los datos no se vincule con los asuntos pedagógicos de la escuela, porque no se intenciona un análisis integrado de los datos con el resto de los procesos del establecimiento. El caso más usual es aquel donde directivos y docentes han participado de instancias de uso de datos, pero los acuerdos que de ahí se han desprendido todavía no se incorporan en las planificaciones ni en el trabajo en aula.
Entonces, el uso de datos a nivel de gestión y de aula difícilmente tendrá éxito si se plantea como una tarea adicional para directivos y docentes. En cambio, el foco es paulatinamente construir una rutina organizacional para el uso de datos. Una rutina organizacional se entiende como patrones de acciones que son repetitivos y reconocibles, con relación entre ellos, donde participan diversos actores (Feldman & Pentland, 2013).
En esta construcción de la rutina organizacional para el uso de datos se requiere identificar los momentos de la escuela en los que un grupo de docentes esté presente, por ejemplo, las reflexiones pedagógicas semanales con toda la escuela, las reuniones de departamento y/o de ciclo. Asimismo, se deben plantear interrogantes como ¿De qué manera la reflexión colaborativa en torno a la evidencia podría contribuir a mejorar estos espacios? Y ¿Cómo los directivos pueden contribuir a ello?
En las escuelas donde existe un alto uso formativo de los datos, los equipos directivos cumplen un rol esencial. A continuación, se enlistan algunas acciones que estos pueden llevar a cabo para construir paulatinamente una rutina organizacional de uso de datos.
- Instalar el mensaje de que la toma de decisiones a partir de evidencia es un trabajo colaborativo que contribuye a la mejora de la escuela.
- Incorporar preguntas claves para la escuela que los datos pueden ayudar a responder (por ejemplo, cuánto progresaron en el último año los estudiantes con alto Estado).
- Al momento de leer los datos, focalizar el trabajo en reportes de resultados determinados. Esto contribuirá a centrar la discusión en aquella evidencia más valiosa para el tema de interés.
- Monitorear cómo los docentes utilizan los datos para proveer la ayuda que requieran (Hubers et al., 2017). Esta ayuda puede provenir desde la escuela o SEPA (escríbanos aquí).
- Monitorear que las estrategias derivadas del trabajo con los datos se incorporen en las planificaciones de la escuela y velar por su implementación.
- Centrar las conversaciones en torno a aquellas variables que están bajo el control de la escuela y del docente en su sala de clases (ejemplo, en Lenguaje atender a la variedad y profundidad en cada tipo de texto) y menos sobre aquellas variables externas que difícilmente se pueden cambiar (el estudiante no lee con sus apoderados).
- Finalmente, como mencionan Hargreaves & O’Connor (2018), la paciencia es central. Seguramente algunos directivos y docentes estarán más reticentes a incorporarla, mientras otros se muestren más dispuestos. Estos últimos son claves para mostrar a sus pares las ventajas del uso de datos y cómo se puede incorporar en el trabajo durante el año.
El uso de los resultados de una evaluación como SEPA permite a los establecimientos focalizar el trabajo durante el año escolar en aquellos elementos que en los espacios de reflexión docente a partir de los diversos datos se determinó que era necesario. Así, el uso de los resultados SEPA junto a otra evidencia de la escuela, es un ejercicio clave para trabajar dirigidamente hacia la consecución de objetivos relevantes para la comunidad educativa. Para esto, no es necesario crear instancias adicionales en la escuela, sino hacer uso de las existentes incorporando la evidencia en los espacios de reflexión.
Nota: en SEPA sabemos que cada momento del día a día en las escuelas es central para mejorar los distintos procesos que llevan a desarrollar los aprendizajes en los estudiantes. Es por eso que contamos con actividades para cada una de las fases del ciclo de uso de datos (leer los datos, reflexionar y actuar y evaluar), las cuales pueden ser aplicadas en los establecimientos por directivos y docentes. Además, podemos crear actividades dirigidas a necesidades particulares de su escuela en torno al uso de los reportes de resultados. Si quisiera acceder a este material, comuníquese a este correo, o bien telefónicamente (22 354 1699).